técnica que nos permite eliminar la piel, estrías y cicatrices del abdomen y al mismo tiempo mejorar la tensión de músculos y vientre dando una nueva forma al ombligo (y reparando hernias) dejando una cicatriz estratégicamente ubicada para que se note lo menos posible según cada paciente.

Existen técnicas destinadas a producir cambios ya sea en el tamaño y la forma de la región de los glúteos que logran aumento, disminución, elevación o mejora en la simetría.

Ya sea por cicatrices estéticamente desagradables o por alteraciones en la forma o desarrollo de las mismas, una evaluación del cirujano casi siempre encuentra un tratamiento con el cual lograr una mejoría de estas.

Sean benignos o malignos los tumores de la piel son una rama del campo de la cirugía plástica tanto para su remoción como para darle a su reconstrucción la mejor posibilidad funcional como estética. En tumores malignos la cirugía de Mohs (Técnica especial de Resección). Es de gran importancia para cuidar tejidos sanos mejorando al máximo las posibilidades de una reconstrucción inmediata con un mínimo de posibilidades de resección incompleta.

Tratamientos no quirúrgicos como aplicación de toxina botulínica para modificar las arrugas o colocación de rellenos en zonas deficitarias de volumen suelen ser complemento del tratamiento que realiza el cirujano plástico.